RAID
Redundant Array of Independent Disks, originalmente: Redundant Array of Inexpensive Disks y traducido como: conjunto redundante de discos independientes.
Es un sistema de almacenamiento de datos que usa múltiples unidades (discos duros o SSD) que el equipo interpreta como uno y entre los que se distribuyen y duplican dichos datos. Se emplea tanta capacidad de cada unidad como tenga la unidad más pequeña, por lo que se suelen montar discos iguales. Las diferentes configuraciones se suelen llamar niveles, de los cuales detallaremos el 0, el 1 y el 1+0.
La ventaja
evidente de los discos en raid es que supone un ahorro frente a una
sola unidad que tuviera las mismas características pero este
sistema, a la hora de manejar los datos nos permite sobre todo una
gran seguridad ya que se distribuyen en varios discos reemplazables
independientemente, y además posibilita mayor tolerancia a los
fallos, más fiabilidad, mayor rendimiento y mayor velocidad.
Dadas estas
ventajas no nos extraña saber que estos sistemas son usados por
servidores y equipos dedicados a tareas intensivas y específicas ya
que en ambos casos se requiere de asegurar la integridad de los datos
en caso de fallo del sistema.
RAID 0 o volúmen dividido, no es un nivel raid original y no es redundante (no contiene duplicidad de los datos). Se usa normalmente para incrementar el rendimiento. Una buena implementación de un Raid0 dividirá las operaciones de lectura y escritura en bloques de igual tamaño, por lo que distribuirá la información equitativamente entre los dos discos. También es posible crear un Raid0 con más de dos discos, pero al no ser un nivel redundante, bastará que falle uno de los discos para que lo haga el nivel entero.
RAID 1 crea una copia exacta llamada espejo, de un conjunto de datos en dos o más discos. Se usa cuando prima el rendimiento en lectura sobre la capacidad puesto que puede estar leyendo dos datos diferentes en dos discos diferentes. La probabilidad de fallo del conjunto es igual al producto de las probabilidades de fallo de cada uno de los discos, pues para que el conjunto falle es necesario que lo hagan todos sus discos.
Para
maximizar los beneficios sobre el rendimiento del raid1 se recomienda
el uso de controladoras de disco independientes, uno para cada disco
(práctica que algunos denominan splitting o duplexing).
Como en el
raid0, el tiempo medio de lectura se reduce, ya que los sectores a
buscar pueden dividirse entre los discos, bajando el tiempo de
búsqueda y subiendo la tasa de transferencia, con el único límite
de la velocidad soportada por la controladora RAID.
Al
escribir, el conjunto se comporta como un único disco, dado que los
datos deben ser escritos en todos los discos del raid1 por lo que
aqui no mejora el rendimiento.
Como
ventaja de administración, en algunos entornos, es posible «dividir
el espejo»: marcar un disco como inactivo, hacer una copia de
seguridad de dicho disco y luego «reconstruir» el espejo. Esto
requiere que la aplicación de gestión del conjunto soporte la
recuperación de los datos del disco en el momento de la división.
RAID 1+0
es una división de espejos en la que dos raid1 se anidan en un
raid0. Es a menudo la mejor elección para bases de datos de altas
prestaciones, debido a que la ausencia de cálculos de paridad
proporciona mayor velocidad de escritura.
En cada
división raid1 pueden fallar todos los discos salvo uno sin que se
pierdan datos pero si ese disco falla, se perderán todos los datos
del conjunto completo. Debido a este gran riesgo muchos usuarios de
esta configuración buscan un raid más tolerante a fallos o añadir
un raid con paridad subyacente. Entre los más prometedores están
los enfoques híbridos como el RAID 0+1+5 (espejo sobre paridad
única) o RAID 0+1+6 (espejo sobre paridad dual).
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